Con esto, comprobaremos cómo dispara el flash en la primera y la segunda cortinilla, cómo congela el movimiento al principio o al final de la toma.
La diferencia podremos observarla mejor en velocidades de obturación lentas, si son muy rápidas no lo apreciaremos.
CÓMO FUNCIONAN LAS CORTINILLAS DEL FLASH
Cuando apretamos el disparador de la cámara, se activa el proceso de apertura del obturador para dejar entrar la luz. Esto se consigue gracias a las cortinillas que, básicamente, son una especie de persianas que suben y bajan para dejar pasar la luz al sensor durante el tiempo que hayamos seleccionado.
Para conseguir velocidades rápidas, el obturador cuenta con dos cortinillas, así mientras baja la primera, la segunda también lo hace seguidamente a milésimas de segundo. Esto reduce considerablemente el tiempo que tardaría en subir y bajar una sola.
Las dos cortinillas se abren y cierran en la misma dirección. Cuando el obturador está cerrado, una de las cortinillas tapa el sensor y la segunda se coloca justo encima de la primera.
Si se activa el disparador, la primera cortinilla baja para dejar pasar la luz hasta el sensor durante el tiempo que hayamos configurado. Una vez que haya terminado, baja la segunda cortinilla, tapando la luz y evitando que se siga exponiendo el sensor.
SINCRONIZACIÓN DEL FLASH A LA PRIMERA CORTINILLA
Lo que ocurre es:
Se acciona el disparador.
La primera cortinilla del obturador se abre y se activa el flash, congelando toda la escena.
El flash se apaga pero la cámara sigue capturando luz, es decir, captará la estela del movimiento del coche.
Se cierra la segunda cortina cuando terminan los 4 segundos.
Si sumamos todos los pasos anteriores la escena que resulta será un coche congelado y su estela delante, dando la sensación de que va marcha atrás.
SINCRONIZACIÓN DEL FLASH A LA SEGUNDA CORTINILLA
Lo que ocurre es:
Se acciona el disparador.
La primera cortina del flash se abre y comienza a capturar el movimiento del coche, su estela.
Cuando van a terminar los 4 segundos, se dispara el flash congelando el coche y se cierra la segunda cortina, poniendo fin a la exposición.
Como resultado tendremos la estela que ha dejado el movimiento con el coche perfectamente congelado, habiendo capturado el movimiento en el sentido correcto.
Este efecto suele utilizarse mucho en fotografías de bailes, espectáculos con fuego o luces, deportes de motor, etc. La sensación que conseguimos en este caso es mucho más real.
(En ambas imágenes, la chica se mueve de derecha a izquierda).
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