COMENTARIO DE LA EXPOSICIÓN
Alumnos de 2º ICTI en la visita a su exposición.
CONTEXTUALIZACIÓN
Ignacio Llamas (Toledo 1970), licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y que completó su formación con talleres impartidos por artistas como Luis Gordillo, Mitsuo Miura, Jaime Lorente o Gerardo Aparicio. Es un artista multidisciplinar. Primero se centró en el dibujo, luego traspasó el plano, después se adentró en el espacio y por último comenzó a trabajar paralelamente con la fotografía de sus arquitecturas fabricadas manteniendo sus planteamientos artísticos, al mismo tiempo que sus blancos espacios se van agrisando. Recibió el premio al «mejor artista español vivo» concedido por ARCO (Asociación Española de Críticos de Arte).La luz y el espacio son el eje principal en su obra.
Comenzó trabajando con los aspectos más positivos del ser humano, pero luego aumentó su interés por hablar del dolor, de su propio dolor, sus propios límites.
«Lo que hago es trabajar bastante a nivel de concepto; trabajar con una mirada hacia dentro del ser humano. Mi obra es siempre una invitación al espectador, a sentarse, a reflexionar, a hacer una mirada reflexiva, a silenciar todos los ruidos externos que llevamos y dejarse inundar un poco por la luz. Y durante ese instante, esos segundos, minutos, una hora, lo que cada uno quiera, dedicarse a uno mismo como forma de conocimiento personal, de tomar conciencia de que estamos formados por cosas positivas y negativas».
Utiliza materiales como maderas, yesos o fotografías, e incluso a veces la luz y el espacio.
Utiliza tres caminos para expresarse: la fotografía, los volúmenes y la instalación efímera; es decir, específica, para ser ubicada en un espacio determinado y luego desaparecer al extinguirse el objeto de la muestra. Un trabajo silencioso y pausado.
La valla representa para él la fobia de cosas absurdas, pero que paralizan a quienes las sufren. «Si estás muy cerca te impide el paso pero, si te alejas un poco, te das cuenta de que son vallas rotas, que no tienen un límite, y de que en nada te limitan».
Sacos para material de desecho. Esa idea de algo abandonado, desechado, un saco sobrante de yeso al que el espectador se asoma y, como si fuera un gigante, observa un paisaje casi desértico, con la sola presencia de una casita, un poste de luz, una valla. También aquí el ser humano está muy presente, aunque no haya rastro de él y por eso quizá sea tan palpable.
Como si fuera un dios menor, crea sus propios mundos, a la vez pequeños e infinitos, según él mueva las paredes o cambie el encuadre o el enfoque de la cámara, que, si se mantiene fija, da lugar a una nueva realidad. «Muevo la realidad».
ASPECTOS MUSEOGRÁFICOS
La exposición se encuentra en el Museo de Santa Cruz de Toledo. La muestra de la exposición está compuesta por 53 obras. La sala tiene 6 espacios donde en cada uno de ellos aparecen distintos volúmenes y fotografías.
«SangrarLuz» refleja el interior del ser humano, el dolor, los límites, la soledad del hombre actual. «Sangrar se refiere al dolor, a la parte más negativa del hombre, que, con la luz, se transforma en algo positivo».
El nombre de la muestra es inspiración del poema «Oda a la muerte» de Isabel Bono.
La obra ganadora lleva por título «Incertidumbres», una mezcla entre fotografía y escultura, unas piezas muy pequeñas, estructuras metálicas con una fotografía dentro que reflejan espacios interiores.
Elementos como sillas, maletas, puertas entreabiertas, de las que el artista se ayuda para reflejar el interior del hombre. «El ser humano no está presente, pero lo está a través del espectador; por ejemplo, la maleta como símbolo del viaje de la vida».
Transitando entre la escultura y la fotografía, el artista toledano Ignacio Llamas ha desarrollado una de las obras más coherentes y consolidadas de la joven plástica española.
OPINIÓN PERSONAL
La exposición te deja boquiabierta y con ganas de más. Cada espacio te envuelve en una situación diferente y te lleva a adentrarte en la obra, a crearte un mundo dentro de ella y a imaginarte que pasaría si estuvieses allí. Te hace reflexionar sobre los límites, como bien dice el autor, y que tú eres el que los pone, porque sabes que siempre puedes llegar a más.
Cuida mucho los detalles, la posición de los objetos y de las luces. Si algo de esto estuviese colocado de distinta forma, su significado, su sensación, cambiaría.
Las obras que más me han gustado han sido las de la sala de las mesas bajitas, por cómo lo ha distribuido, por el escalofrío que recorría mi cuerpo al estar allí. Esas mesas bajas, con escenarios blancos, inmensos al tener objetos tan pequeños, una luz cenital, y una música que te envuelve y te hace estar presente en ese falso mundo.
Las obras que menos me han gustado, curiosamente han sido las de los sacos. Siendo tan parecidas a las de las mesas, no me crearon para nada ninguna sensación, quizás porque primero vi las de las mesas y me impactaron tanto que ya no encontré nada que lo superase. Una idea genial de coger un saco lleno de yeso y crearlo encima, pero no llegaba a transmitirme demasiado.
Lo que más me ha llamado la atención han sido las cajas blancas que tenían espacios abiertos a través de los que podías observar el interior de casas, donde encontrabas escaleras, puertas, maletas, sofás… y que estaban iluminados interiormente con un rayo de luz, lo cual te creaba una sensación de intriga incluso miedo por saber que había detrás de las paredes y que no podías ver.
No es que no me haya gustado pero la parte negativa que veo es que las obras se repiten mucho, tanto de la misma exposición como entre distintas exposiciones de otros años. Suele utilizar los mismos recursos, los mismos materiales, la misma luz, aunque quizás eso es lo que hace que sea único.
COMENTARIO DE LA FOTOGRAFÍA
EL SILENCIO DE LAS SOMBRAS (título que yo he añadido)
Nos encontramos ante una fotografía de Ignacio Llamas en color, aunque los colores con los que trabaja son el blanco y el negro, como todas sus obras. Se trata de un bodegón preparado con una pequeña farola, simulando que está en mitad de la nada, para lo que ha utilizado yeso, y el humo, para crear una atmósfera fría y nocturna. Forma parte de una serie, la cual es muy similar a esta, en la que el autor ha hecho uso de otras figuras como muebles de la casa o vallas, pero que transmiten la misma sensación.
Su formato es rectangular, con un encuadre horizontal, lo que hace que la fotografía parezca mucho más calmada. Es un plano general, pues muestra un espacio como de calle y si fuese más cerrado no tendría el mismo significado. Tiene una angulación neutra. El foco está en la farola y apenas tiene profundidad de campo. Se observa armonía y contraste entre el blanco y negro, entre las luces y las sombras y entre el enfoque y desenfoque. En cuanto a la composición, sigue la ley de los tres tercios, pues la farola se encuentra en las intersecciones de estas líneas en la parte de la izquierda, dejando su respectivo aire a la derecha, lo que nos ayuda a leer la imagen, además, crea la profundidad utilizando en desenfoque, dejando en un primer término desenfocado una pequeña montaña, en un segundo término la farola, lugar donde se centra la iluminación, y en un tercer término desenfocado el fondo llano. Ha hecho un buen uso de la exposición, para que en el color aparezcan blancos y negros puros, podemos apreciar que pasa del blanco al negro con una gran gama de grises, pero en cambio, se trata de una fotografía poco contrastada. El autor ha utilizado una iluminación artificial, simulando que entra un haz de luz suave y relajante hacia la farola, lo que genera una atmósfera inquietante, como de algo que esté a punto de suceder, además de potenciar más el humo.
Como opinión personal, he de decir que es una obra bastante innovadora, sencilla y que rompe los esquemas de la fotografía como la conocemos. Solo con yeso, simples objetos diminutos y un punto de luz, es capaz de crear un mundo aislado lleno de sensaciones tan dispares que te crean un nuevo estado de ánimo. Como bien dice el autor, el hombre, pese a que no aparece en ninguna de ellas, está presente.
MI FOTOGRAFÍA EN HOMENAJE A IGNACIO LLAMAS
Párate a pensar
Que todo viaje se pare en el tiempo. Que las ganas no te impidan salir a vivir, a disfrutar. Que todo gira alrededor de sí mismo. Que solo estás tú, y el mundo.
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