La fotografía abstracta es una de las disciplinas fotográficas más complejas. Este arte crea un universo de líneas, superficies y composiciones que se aíslan por completo de la realidad, de manera que una auténtica obra abstracta es totalmente autosuficiente, no necesita de nada externo a ella para ser expresiva pero también comprendida y analizada. Por ser tan compleja es una de las que menos se practican pero es perfecta para dar rienda suelta a nuestra creatividad.
Heinz Hajek-Halke (1898-1983) es uno de los fotógrafos reconocidos por sus fotografías de corte experimental y se puede considerar próxima al arte abstracto.
LO MÁS IMPORTANTE
Debemos aprender a alejar lo que nuestro ojo ve de lo que nuestro cerebro interpreta, y buscar la manera más interesante de captarlo, y así aprovechar los elementos que se encentran en el mundo que nos rodea.
LA COMPOSICIÓN
Deberíamos aislar el motivo que queremos fotografiar del entorno en el que se encuentra. La fotografía macro nos ayudará mucho, además de la profundidad de campo y los espacios vacíos. Incluso jugar con el color y el blanco y negro.
HAY QUE TRANSMITIR
A veces es tan "geométrica" y tan "aislada de aquello que le rodea" puede llevar a pensar que estas imágenes están vacías de significado. Nada más lejos de la realidad. Por ello es muy importante ordenar dentro del encuadre los elementos.
Una imagen abstracta puede transmitir serenidad o ansiedad. Puede ser una imagen estática o con movimiento. O consigue generar emociones.
TIPOS
Abstracta parcial: no está totalmente aislada de lo que le rodea. Se reconoce el elemento de la composición. Predominan las texturas, líneas y formas geométricas.
Abstracta total: está totalmente aislada del entorno. El espectador no será capaz de reconocer qué objetos está viendo. Son las más complejas de conseguir. Las figuras geométricas y líneas son las protagonistas.
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